Una startup es una institución humana diseñada para crear un nuevo producto o servicio bajo condiciones de incertidumbre extrema.
Con estas palabras define el emprendedor Eric Ries el modelo startup. Un modelo disruptivo y escalable, en el que a menudo son clave los elementos tecnológicos.
En todo el proceso de la startup, desde la fase inicial del proyecto pasando por la constitución de la sociedad y llegando al desarrollo de su actividad en su máxima potencia, es fundamental contar con asesoramiento jurídico que permita reducir y afrontar correctamente esta incertidumbre para garantizar la viabilidad del proyecto.
El asesoramiento jurídico debe centrarse en las necesidades de cada modelo de negocio ya que las peculiaridades, necesidades y contingencias serán diferentes en función de la actividad de la startup y del mercado en el que la desarrolle. A continuación, exponemos determinadas necesidades en las que el rol del asesoramiento jurídico es esencial.
Validación del business plan
Muchos negocios buscan un nicho de mercado aún no explorado y que, de ser correctamente abordado, garantizará el éxito del modelo y su monetización. No obstante, presentar un modelo de negocio tan novedoso tiene sus riesgos ya que, a menudo, no consiste en una nueva actividad, sino en la forma de realizarla. Por ejemplo, el sistema de la entrega de comida a domicilio a través de una plataforma que pone en contacto los restaurantes con los consumidores y facilita su entrega a través de un sistema de reparto integrado. En estos casos, es importante analizar la regularización de la actividad y como puede encajar la actividad en nuestra normativa.
Frecuentemente, nos encontraremos también ante modelos que, expresamente, no están cubiertos por la legislación y esto requiere, desde la fase inicial del proyecto, una labor de investigación que acerque la actividad de nuestro negocio (y su enfoque) hacia otros que si lo estén, sin que ello suponga renunciar a la creatividad y novedad de nuestro proyecto. Por ejemplo, la integración de publicidad en elementos que los usuarios utilizan en actividades cotidianas o determinados usos del blockchain como la tokenización de activos.
La tecnología blockchain a pesar de llevar en uso más de 10 años carece en España de una adecuada regulación lo que ha dejado a los usuarios y a las startups que incluyen este tipo de tecnología en sus productos a merced de las respuestas aleatorias del legislador o, por ejemplo, en relación con la Dirección General de Tributos.
En este contexto, la labor de estudio y anticipación de los asesores jurídicos puede determinar la viabilidad del proyecto.
Producción jurídica contractual
Otro aspecto importante en la actividad de la startups es la formalización de acuerdos y contratos. Estos son necesarios tanto en el ámbito interno como externo, regulando relaciones laborales, de colaboración, acuerdos comerciales, acuerdos con proveedores, relaciones con los clientes, etc.
Estos deben ser adaptados a las necesidades y los objetivos de las partes, regular el objeto del acuerdo o contrato de forma que facilite su consecución, delimitar las obligaciones de las partes, analizar las contingencias, prever las consecuencias en caso de incumplimiento, etc.
Pacto de Socios
Un pacto de socios es un contrato privado entre las partes que lo suscriben y que regula las relaciones entre las mismas. Para cualquier empresa tener un buen Pacto de Socios es importante pero, en una startup, aún más ya que además de regular las relaciones entre los socios y prever soluciones, proporcionará confianza a los inversores.
Entre las cláusulas más habituales que encontramos en los Pactos de Socios debemos destacar: la regulación del gobierno de la sociedad, la entrada y salida de socios, compromiso de permanencia y dedicación, confidencialidad, consecuencias ante el incumplimiento de las obligaciones, drag along y tag along, entre otras.
Relación con inversores
A menudo, el papel del inversor en la supervivencia de una startup es esencial. Esta relación requiere de abundante documentación y análisis de contingencias, desde la redacción de acuerdos de intenciones (MOU) y de inversión (fund Finder) al estudio de contingencias legales y fiscales.
En un contexto en el que la inversión internacional es cada vez más frecuente, la legislación cada vez exige más requisitos formales y materiales a los inversores y a la procedencia de su inversión.
Internacionalización
En todo roadmap de una startup la internacionalización es un hito que se contempla a medio o largo plazo. En este proceso nos encontraremos ante diferentes ordenamientos jurídicos y cada uno trata de forma diferente al modelo de negocio.
Es esencial investigar y analizar tanto el nicho en los distintos mercados como el tratamiento legal que se le daría al modelo de negocio. Asimismo, es importante de cara a prever acuerdos de implantación y colaboración en los distintos mercados. Por ejemplo, en algunos países se necesita obligatoriamente de un partner nacional del país para poder operar en dicho mercado.
Fiscalidad
La fiscalidad está presente de manera continua, abarcando desde el cumplimiento de las obligaciones tributarias a una buena estrategia de planificación fiscal que permita diseñar una estructura de costes eficiente.
El asesor puede remover obstáculos , resolver dudas y aportar valor a lo largo de los distintos estadios de la startup, por ejemplo, facilitando el cumplimiento de las obligaciones fiscales relativas al IVA, IRPF, Impuesto de Sociedades o de Actividades Económicas; la capitalización; operaciones que permitan “adelantar ingresos y retrasar gastos”; o, evitar que la startup entre en causa de disolución.
Contar con un respaldo legal proporciona una imagen de seguridad y un valor añadido tanto en el propio funcionamiento de la empresa como en la captación de inversión, expansión y crecimiento.
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